Novi Sad, Serbia, 1942
Vive y trabaja en Budapest, Hungría
Desde su formación inicial en poesía y teatro en los inicios de la década de 1960, hasta el día de hoy, Katalin Ladik ha recurrido a múltiples formatos en su obra, como la performance, el arte sonoro, el collage, el dibujo mail art y fotografía, a la vez que a menudo se ha basado en los entornos multiculturales y multiétnicos de la Europa del Este donde nació. Pero, a través de este amplio espectro de expresiones artísticas, la obra de Ladik se arraiga en todo momento en la poesía, ya sea la poesía entendida como texto o, en un sentido más expansivo, como poesía concreta y visual, poesía musical o performance poética.
Las performance radicales de Ladik, el aspecto de su obra por el que es más conocida, enfatizan el propio cuerpo de la artista, que se convierte en el instrumento mediante el cual explora las fuerzas creativas y oscuramente místicas dentro de su propio subconsciente, así como las constricciones ocultas que subyacen bajo las construcciones sociales más amplias. Esas performance a menudo se han documentado en fotografías y series fotográficas sorprendentes y memorables, mientras que las bandas sonoras de Ladik, nada convencionales y sin embargo funcionales, son obras de arte visuales y gráficas en sí mismas y por sí mismas.
Aunque claramente inscrita dentro de la historia del arte de la performance femenina —con la concomitante carga política que implica una postura así—, en un nivel diferente, la obra de Ladik se centra en las cuestiones del cambio y la metamorfosis, a menudo expresadas mediante un borrado andrógino de las fronteras de género y un manejo chamanístico de la transición entre la vida y la muerte. Como ha escrito la propia Ladik: «El arte del cambio es la invención más antigua del hombre».