Río de Janeiro, Brasil, 1964
Vive y trabaja en Río de Janeiro, Brasil
Ernesto Neto crea esculturas y entornos esculturales que a menudo implican técnicas y materiales artísticos no tradicionales, como tejidos elásticos y semitranslúcidos, cojines y crochet, especias aromáticas y música. La obra de Neto se dirige a la totalidad del cuerpo del espectador y convierte a este espectador en un participante activo y autónomo de la experiencia de la obra de arte.
Las obras más conocidas de Neto son sus entornos envolventes, a gran escala, poblados a menudo por formas amorfamente pendulares que, en muchas ocasiones, crean una atmósfera de irreverencia juguetona, que apunta al movimiento neoconcreto brasileño y a otros movimientos de vanguardia de las décadas de 1960 y 1970. Aunque, en general, están compuestas por formas abstractas y aparentemente sencillas, en realidad en estas obras Neto emplea cuidadosamente los materiales de tal manera que los permite expresar sus cualidades innatas y, a la vez, interaccionar con su entorno arquitectónico, con inventiva, pero con una gran delicadeza.
La obra más reciente de Neto se ha inspirado en materiales procedentes de las culturas indígenas de Brasil, incorporando el chamanismo, la cosmología y el sistema de creencias, las obras colaborativas y las prácticas que alteran la percepción. Como en su obra escultórica, intensamente táctil y a la vez intensamente visual, los espectadores se encuentran simultáneamente dentro y fuera, lo que aumenta la relación perceptiva del cuerpo con el espacio que lo rodea y, en última instancia, consigo mismo.