Copenhague, Dinamarca, 1962
Vive y trabaja entre Copenhague, Dinamarca y Nueva York, Estados Unidos
Mediante una obra matizada y seductora, Joachim Koester busca llegar a lo que él denomina “imágenes condensadas”: imágenes (en un sentido amplio) que no representan tanto como canalizan cualidades, conceptos y condiciones que se sitúan más allá de los estrictos confines físicos de la obra en sí.
La obra de Koester en general adopta la forma de una investigación visual sobre los aspectos de la conciencia y de la experiencia, tan ineludibles como huidizos, que se manifiestan en fenómenos más intangibles y efímeros, como los sueños, las presencias espirituales, los estados alterados de la percepción y las formas no verbales de comunicación. Además, Koester a menudo recurre como fuente a los eventos históricos, para investigar las narrativas menos ordenadas y no lineales que subyacen en ellos.
Trabajando con fotografía, cine, instalación textual, proyectos colaborativos y arte sonoro, la práctica artística multidisciplinar de Koester busca los puntos ciegos de la imaginería colectiva, las desconexiones y los puntos de suspensión del discurso oficial, las zonas ambiguas intermedias entre la realidad y la ficción, la verdad y la no-verdad, lo banal y lo extraño. El mismo Koester describe este aspecto de su práctica como una especie de «caza de fantasmas», que apunta a «la zona crepuscular de lo que se puede contar y lo que no se puede contar».